Inicialmente, este lugar era para hablar de cine, pero, de un día para otro, ha cambiado súbitamente mi interés. Hoy mismo he hablado de la película que da título a esta entrada con Adelaïde, mi profesora de francés.
Hablar con alguien es un placer. Poder expresar aquello que tienes dentro y más concretamente las sensaciones que esta película transmite.
Coincidimos en muchas cuestiones y he observado que a ella también le ha gustado este intercambio de puntos de vista.
La película nos muestra la vida de un ambicioso, y de cómo se relaciona con sus semejantes, hombres y mujeres llenos de humanidad mostrando al mismo tiempo facetas de bondad y maldad. La película es compleja y llena de matices y pequeños detalles que pueden pasar desapercibidos si no estás atento a su desarrollo.
No sale el sol, siempre hay un ambiente húmedo y frío, y el art decó de los años 40 en los EE.UU. dota de pesadez e intensidad a las escenas en las que aparece. Riqueza y opulencia en contraste con las escenas de los feriantes.
Es una película muy recomendable.
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